
Principales noticias del sector energético para el 31 de octubre de 2025: el alto de fuego comercial entre EE.UU. y China apoya los precios del petróleo, los récords de reservas de gas en Europa aseguran la estabilidad, y el mercado ruso de combustibles se recupera tras la crisis. Análisis de los eventos clave y perspectivas para los inversores.
Los eventos actuales del sector energético del 31 de octubre de 2025 se desarrollan en un contexto de persistente enfrentamiento geopolítico, pero han surgido señales positivas en los mercados. La confrontación sancionadora entre Rusia y Occidente no muestra signos de disminuir: EE.UU. ha impuesto recientemente restricciones severas contra las mayores compañías de petróleo y gas de Rusia, y la Unión Europea cierra las últimas lagunas para eludir el embargo. Sin embargo, la economía mundial ha recibido un impulso de optimismo: en la reunión del 30 de octubre, los líderes de EE.UU. y China acordaron un alto el fuego comercial, evitando una nueva escalada en la guerra tarifaria. Las perspectivas de una relajación de las relaciones entre las dos principales economías han mejorado las proyecciones de la demanda global de recursos energéticos y han respaldado el sentimiento en los mercados de materias primas.
A su vez, los propios mercados de materias primas están mostrando una estabilidad relativa. Los precios del petróleo, que cayeron a mínimos de varios meses a principios de otoño, se mantienen en un rango moderado: el petróleo Brent cotiza alrededor de $65 por barril, y el WTI en torno a $61. Las recientes noticias sobre sanciones causaron volatilidad en los precios (el Brent subió brevemente por encima de $66), pero en general el equilibrio entre oferta y demanda sigue siendo frágil, con una inclinación hacia el excedente. El mercado europeo del gas entra confiado en el invierno con reservas récord: los almacenes subterráneos de la UE están llenos en más de un 95%, lo que ha reducido los precios del gas a niveles cómodos de ~30 € por MWh (muy por debajo de los picos de 2022). La transición energética global está cobrando impulso: las inversiones en energía renovable están alcanzando récords, la proporción de energías renovables en la generación de electricidad sigue creciendo, aunque los países todavía dependen de recursos tradicionales para mantener la carga base. En Rusia, las medidas de emergencia para estabilizar el mercado interno de productos petroleros están dando resultados: la producción de gasolina y diésel se ha recuperado, los precios mayoristas han disminuido desde los niveles máximos, y las estaciones de servicio están abastecidas con combustible. A continuación se presenta un análisis detallado de los segmentos clave de los mercados de petróleo, gas, carbón y energía en la fecha actual.
Mercado del petróleo: equilibrio entre excedente y riesgos en medio del alto el fuego comercial
Los precios mundiales del petróleo siguen bajo presión de factores fundamentales, a pesar de los picos a corto plazo. Tras la caída de otoño a mínimos de varios meses, los precios del Brent se han estabilizado en un rango de ~$60-65 por barril, que es notablemente inferior a los niveles de principios de año. El mercado prevé un escenario en el que, para finales de 2025, la oferta de petróleo superará la demanda. Esto se ve favorecido por varias tendencias:
- Aumento de la producción en un contexto de desaceleración de la demanda. Los países de OPEP+ continuarán aumentando su producción de forma gradual: en octubre, la cuota total se incrementó en aproximadamente 0,14 millones de barriles/día, y se espera un paso similar en noviembre. Al mismo tiempo, los mayores productores fuera del cartel – sobre todo EE.UU. y Brasil – están bombeando volúmenes récord de petróleo. Sin embargo, el crecimiento del consumo global se está desacelerando. Según estimaciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE), la demanda de petróleo en 2025 aumentará solo alrededor de 0,7 millones de barriles/día (en comparación, en 2023 el aumento superó los 2 millones). La economía mundial crece de forma moderada, el efecto de los picos de precios pasados ha estimulado la conservación de energía, y la rápida difusión de vehículos eléctricos ha reducido el crecimiento del consumo de combustible. A principios de 2025, el agravamiento de las disputas comerciales entre EE.UU. y China también había contenido la demanda, pero ahora, la conclusión de un acuerdo comercial entre Washington y Pekín mejora las proyecciones y reduce parte de la incertidumbre.
- Riesgos geopolíticos y de sanciones. El endurecimiento de las sanciones contra el sector petrolero ruso mantiene la incertidumbre en el mercado del petróleo. EE.UU. ha prohibido efectivamente la cooperación con las principales compañías petroleras de Rusia, sancionando, en particular, a "Rosneft" y "LUKOIL". La Unión Europea y el Reino Unido están cerrando las rutas de comercio de los recursos energéticos rusos (incluido el prohibir la re-exportación de productos petroleros elaborados de materias primas rusas a través de terceros países). También se está discutiendo la posibilidad de un embargo internacional total sobre el petróleo ruso. Al mismo tiempo, permanecen los riesgos militares: en los últimos meses han aumentado los ataques de drones contra la infraestructura petrolera en Rusia, lo que ha llevado a paradas temporales en algunas refinerías y a una reducción de la producción. Finalmente, la presión política sobre los grandes importadores de materias primas rusas comienza a dar resultados: por ejemplo, bajo la influencia de socios occidentales, India ha declarado su disposición a reducir gradualmente las compras de petróleo ruso en el futuro, aunque no puede renunciar a ellas de inmediato. Cualquier restricción abrupta de las exportaciones rusas – ya sea por sanciones o fuerza mayor – puede reducir la oferta en el mercado global y provocar un aumento de precios.
De este modo, el mercado del petróleo actualmente se equilibra entre el exceso de oferta y los riesgos geopolíticos. El exceso de producción sobre la demanda impide que los precios aumenten significativamente, sin embargo, los traumatismos de las sanciones y las posibles reconfiguraciones de flujos (como la reducción de importaciones de India) mantienen los precios de caer significativamente por debajo de los niveles actuales. Muchos analistas esperan que, a menos que ocurran nuevos choques en los próximos meses, el petróleo se comercialice a relativamente bajo costo – en torno a los $60 por barril – lo que resulta ventajoso para los consumidores. Al mismo tiempo, los productores e inversores mantienen la cautela, considerando la posibilidad de cambios repentinos en la coyuntura.
Mercado del gas: reservas récord en Europa y reorientación de flujos
En el mercado del gas se ha creado una situación favorable para los consumidores, especialmente en Europa. El continente entra en la temporada invernal con reservas de gas sin precedentes: los almacenes subterráneos de los países de la UE están llenos en más del 95% de su capacidad total, lo que es un 5-7% más que el nivel del año pasado. Un otoño suave y la activa importación de GNL han permitido acumular tales reservas sin crisis, lo que ha llevado a la estabilización de los precios mayoristas del gas en niveles bajos. Los futuros en el hub TTF se mantienen alrededor de 30-35 € por MWh, lo que es muy inferior a los valores máximos de 2022. La probabilidad de que se repita la crisis de precios del año pasado ha disminuido considerablemente, aunque gran parte dependerá de lo fría que sea la temporada invernal y si habrá interrupciones en el suministro de gas licuado.
- Europa está preparada para el invierno. Las reservas récord de gas en la UE crean un sólido colchón en caso de un periodo de frío prolongado. La demanda de gas en la región se mantiene moderada: el crecimiento económico de la Unión Europea es bajo y, además, en otoño la alta producción de electricidad a partir de fuentes renovables (energías renovables) ha reducido la carga de las centrales eléctricas de gas. Incluso en condiciones de frío extremo, una parte significativa del consumo adicional podrá ser cubierta a partir de reservas, lo que reduce considerablemente el riesgo de escasez.
- Importación récord de GNL. Para compensar la disminución de las entregas por tubería de Rusia, los países europeos han aumentado las compras de gas natural licuado. La disminución de la demanda de GNL en Asia este otoño ha liberado volúmenes adicionales para Europa. Los principales proveedores – EE.UU., Catar, Australia y otros – están operando a la máxima capacidad de exportación, redirigiendo combustible hacia el mercado europeo. La importación de GNL ha casi reemplazado el volumen perdido de gas ruso por tubería e incluso cubre la reducción de la producción en los campos del Mar del Norte. El alto flujo de GNL ayuda a mantener el mercado equilibrado y a prevenir bruscas oscilaciones de precios.
- El "giro oriental" de Rusia. Tras perder gran parte del mercado europeo, Rusia está reorientando activamente sus exportaciones de gas hacia el Este. Las entregas a través del gasoducto "Fuerza de Siberia" a China han alcanzado niveles récord en 2025 (cercanos a la capacidad de diseño de ~22 mil millones de m³ al año). Moscú también está promoviendo nuevos proyectos: se prepara la construcción de una línea principal "Fuerza de Siberia – 2" a través de Mongolia, que a finales de la década permitirá reemplazar parcialmente la demanda europea perdida. Además, se han puesto en marcha nuevas capacidades para la licuación de gas en Yamal y Sajalín, y nuevos lotes de GNL ruso están siendo enviados a China, India y otros países de Asia. Aunque el total de exportaciones de gas de Rusia aún está por debajo de los niveles previos a las sanciones, con los mercados orientales y priorizando el suministro interno, el sector está adaptándose a las nuevas realidades.
En general, el sector global del gas se acerca al inicio del invierno con un sólido margen de seguridad. La disponibilidad de reservas sin precedentes en Europa y la flexibilidad en la redistribución de flujos globales de gas permiten esperar estabilidad en los precios en los próximos meses. Si no ocurren condiciones climáticas extremas o cualquier otro evento fortuito, los precios del gas se mantendrán en niveles cómodos para los consumidores, y el mercado se mantendrá equilibrado. No obstante, los participantes del mercado continúan monitoreando los riesgos climáticos y la competencia por el GNL desde Asia, conscientes de que la situación puede cambiar.
Política internacional: enfrentamiento sancionador y reestructuración de flujos energéticos
A finales de octubre, se caracteriza por un mayor endurecimiento de la presión sancionadora sobre el sector energético ruso y la falta de progreso en el diálogo. EE.UU. ha ampliado las sanciones, bloqueando efectivamente la cooperación con las principales compañías de petróleo y gas de Rusia y apuntando a los transportistas de materias primas rusas (el denominado "flota sombra" de petroleros). La Unión Europea, por su parte, está endureciendo las restricciones: se han introducido nuevas prohibiciones sobre las esquemas de comercio de petróleo y productos petroleros a través de terceros países, y se ha aprobado un plan para renunciar por completo a la importación de gas ruso por tuberías para 2026. Moscú ha condenado enérgicamente las nuevas restricciones y ha declarado su intención de proteger sus intereses: las autoridades rusas prometen redirigir las exportaciones de recursos energéticos hacia países amigos y están listas para tomar medidas en respuesta si es necesario.
Mientras tanto, el diálogo político entre Rusia y Occidente sigue estancado. Tras la simbólica reunión de los líderes de Rusia y EE.UU. en verano en Alaska, no ha habido avances significativos. Washington deja claro que no tiene intención de relajar el régimen de sanciones sin resolver el conflicto geopolítico, mientras Moscú se niega a cambiar su posición bajo presión. En Occidente incluso se están discutiendo nuevas y más radicales medidas sancionadoras. Así, el enfrentamiento sancionador continúa definiendo las condiciones externas de operación del sector, creando altos riesgos geopolíticos para los mercados energéticos mundiales y obligando a los países a reestructurar sus cadenas comerciales.
Asia: India y China mantienen un alto nivel de importaciones y aumentan su propia producción
Los países asiáticos continúan desempeñando un papel clave en los mercados globales de recursos energéticos, al ser los mayores consumidores de petróleo y gas. **India** ha dejado claro que no puede reducir drásticamente las compras de petróleo y gas rusos sin comprometer su seguridad energética. A pesar de la presión externa, Nueva Delhi sigue importando combustible de Rusia: el petróleo ruso de la marca Urals se vende a India con descuentos significativos respecto al precio del Brent, lo que hace que estas compras sean rentables. Los volúmenes de importación de petróleo, productos petroleros y carbón de India desde Rusia en 2025 continúan cerca de niveles récord. Al mismo tiempo, India está tratando de reducir su dependencia de las importaciones externas en el futuro, invirtiendo en la exploración y explotación de yacimientos en su territorio, así como ampliando la infraestructura para recibir importaciones de diferentes tipos (por ejemplo, terminales de GNL).
**China** también ha aumentado sus compras de materias primas rusas relativamente baratas, aprovechando la situación. Pekín no se ha sumado a las sanciones occidentales y está importando grandes volúmenes de petróleo y gas rusos, aunque el ritmo de crecimiento de estas entregas se ha desacelerado debido a la alta base del año anterior. Al cierre de 2025, se estima que China cubre aproximadamente el 70% de su necesidad de petróleo y hasta el 40% de su necesidad de gas natural a través de importaciones; estos indicadores se mantienen entre los más altos de la historia, a pesar del crecimiento paulatino de su propia producción (algunos puntos porcentuales al año). Las empresas nacionales chinas están invirtiendo en aumentar su producción interna de petróleo y gas y en el desarrollo de fuentes de energía alternativas, pero, en el futuro cercano, el país seguirá dependiendo en gran medida de las importaciones externas. Por lo tanto, India y China continúan siendo los principales impulsores de la demanda de recursos energéticos, mientras buscan fortalecer su propia base de recursos para equilibrar mejor su seguridad energética.
Transición energética: inversiones récord en energías renovables junto a un papel persistente de la energía tradicional
La transición global hacia la energía limpia se está acelerando en 2025. Muchos países están introduciendo nuevas capacidades en generación solar y eólica, lo que ha llevado a un récord en la producción de electricidad a partir de energías renovables. Según datos preliminares, en 2025 la generación total de electricidad por estaciones eólicas y solares en el mundo superará por primera vez la producción de centrales de carbón. Las inversiones en energía renovable están alcanzando máximos históricos: los programas gubernamentales de estímulo y los "fondos verdes" han asegurado la entrada de cientos de miles de millones de dólares en el desarrollo de parques eólicos y solares, infraestructuras de red y sistemas de almacenamiento de energía. La proporción de fuentes renovables sigue aumentando en el balance energético mundial.
Al mismo tiempo, los combustibles fósiles siguen desempeñando un papel crucial en la satisfacción de la demanda. A pesar del progreso acelerado de las energías renovables, el petróleo, el gas y el carbón todavía representan una parte significativa de la energía mundial, especialmente para la industria y el transporte. En muchas regiones, la estabilidad del sistema energético se mantiene gracias a las plantas eléctricas de gas y carbón, que garantizan el funcionamiento de la red ante la producción variable de estaciones solares y eólicas. Los gobiernos y las empresas están invirtiendo cada vez más en tecnologías de almacenamiento de energía, hidrógeno "limpio" y otras soluciones capaces de suavizar la variabilidad de las energías renovables. Sin embargo, la transición hacia una economía neutral en carbono sigue siendo un objetivo a largo plazo: en los próximos años, el mundo deberá equilibrar el crecimiento de la generación de fuentes limpias con la garantía de una oferta energética confiable mediante la modernización de la infraestructura tradicional.
Mercado del carbón: alta demanda en Asia y salida paulatina del carbón en Occidente
La industria mundial del carbón en 2025 muestra tendencias contradictorias. En Asia, la demanda de carbón se mantiene alta, mientras que los países desarrollados aceleran su salida de este tipo de combustible en el marco de la agenda ecológica. Durante el verano, se registró un aumento en el consumo en el este de Asia: el calor extremo y las cargas pico llevaron a un aumento en la generación a partir del carbón. Por ejemplo, en agosto, la importación total de carbón por parte de China, Japón y Corea del Sur fue casi un 20% superior a la de julio. Esto elevó temporalmente los precios del carbón energético de la marca Newcastle (Australia) por encima de $110 por tonelada, el máximo en los últimos 5 meses. Los mayores exportadores – Indonesia, Australia, Rusia, Sudáfrica – respondieron al alta demanda asiática aumentando la producción y los envíos, lo que permitió que los precios regresaran a un rango estable en otoño.
Al mismo tiempo, más allá de Asia, continúa la reducción programada del papel del carbón. En la Unión Europea, la proporción de generación a partir de carbón ha caído por debajo del 10% (frente a ~15% hace unos años), y 11 países de la UE han declarado oficialmente el cierre total de sus plantas térmicas de carbón para 2030, apostando por el gas y las energías renovables. En EE.UU., el gas natural barato y el rápido crecimiento de la energía renovable están desplazando al carbón de la generación de electricidad, a pesar de ciertos programas de apoyo a los productores de carbón. Incluso en países históricamente muy dependientes del carbón, se está reduciendo su uso: Alemania, que aumentó la quema de carbón en 2022-2023 debido a la crisis del gas, ha vuelto a reducir la producción en plantas de carbón en 2025. Como resultado, los precios mundiales del carbón en promedio son significativamente más bajos que los niveles del año anterior: según los datos del primer semestre de 2025, las cotizaciones de exportación cayeron un 25-30% en comparación con el mismo periodo de 2024, lo que refleja una disminución de la demanda fuera de Asia.
Para Rusia, que se encuentra entre los tres principales exportadores de carbón, las tendencias actuales representan tanto oportunidades como riesgos. Tras el embargo de la UE en 2022, las empresas rusas redirigieron sus exportaciones de Europa hacia la región de Asia-Pacífico: actualmente, más del 75% de las exportaciones rusas de carbón se dirigen a China, India, Turquía y otros países de la región. Los mercados orientales compensan en gran medida la pérdida de los europeos, pero el comercio a largas distancias requiere ofrecer descuentos y aumenta los costos de transporte. Ante la perspectiva del abandono global del carbón, los productores rusos de carbón tendrán que adaptarse a una disminución en la demanda – buscando nuevos compradores, desarrollando la elaboración profunda del carbón o enfocándose en proyectos internos (por ejemplo, carbón "limpio" para energía e industria). La sostenibilidad del negocio del carbón dependerá de la flexibilidad y la eficiencia: la rentabilidad en los mercados asiáticos será posible durante algunos años más, pero los nuevos grandes proyectos conllevan el riesgo de perder el mercado en 2030-2040. Las empresas e inversores del sector del carbón ya se están centrando en la diversificación, el control de costos y la colaboración con el estado, que está suavizando las consecuencias socioeconómicas de la reducción del sector del carbón.
Mercado ruso de combustibles: estabilización de precios y control estricto del suministro
En otoño de 2025, la situación en el mercado interno de productos petroleros de Rusia ha mejorado significativamente en comparación con el tenso final del verano. Tras una aguda escasez de gasolina en varias regiones y un aumento de precios en septiembre, las autoridades implementaron de manera rápida un complejo de medidas que comenzaron a dar resultados a mediados de octubre. Los precios mayoristas de gasolina y diésel se han alejado de los picos récord, las estaciones de servicio independientes han reanudado su funcionamiento normal, y la mayor parte de las regiones están nuevamente totalmente abastecidas de combustible. Sin embargo, para evitar una nueva oleada de crisis, el estado mantiene un control estricto y extiende la vigencia de las medidas de estabilización:
- Restricción de exportaciones. La prohibición total de exportación de gasolina de automóviles, impuesta a finales de septiembre, se ha prorrogado hasta el 31 de diciembre de 2025. Las restricciones a la exportación de diésel también siguen en vigor: a los comerciantes independientes aún se les prohíbe exportar diésel, y a las compañías petroleras con grandes refinerías solo se les permite exportar cantidades estrictamente limitadas bajo el control de las autoridades estatales.
- Apoyo a la refinación. El gobierno ha mantenido el mecanismo de "compensación" y las compensaciones directas a las refinerías, pagando subsidios por las entregas de combustible al mercado interno. Esto estimula a las empresas a redirigir gasolina y diésel a las estaciones de servicio dentro del país, a pesar de la pérdida de ganancias de las exportaciones. Las autoridades también han recomendado posponer reparaciones no críticas y aumentar la refinación de petróleo para incrementar la producción de combustible para la temporada invernal.
- Importación y supervisión de precios. Para eliminar la escasez, el gobierno ha simplificado la atracción de recursos del exterior: los aranceles de importación sobre gasolina y diésel han sido eliminados hasta mediados de 2026, lo que permite, si es necesario, importar combustible de países vecinos (por ejemplo, de refinerías bielorrusas). Al mismo tiempo, se ha reforzado la supervisión de los precios en las estaciones de servicio: el Servicio Federal Antimonopolio ha emitido advertencias a grandes cadenas de estaciones de servicio por intentos de aumentar injustificadamente los precios al por menor. El gabinete de ministros está tratando de evitar la congelación administrativa directa de los precios, apostando en su lugar por mecanismos de mercado y medidas de apoyo específicas, como la subvención del transporte de combustible a regiones remotas.
El complejo de medidas ya está dando frutos. La producción diaria de gasolina y diésel en el país ha vuelto a los niveles previos a la crisis a finales de octubre: esto ha sido favorecido por la finalización de reparaciones no programadas en varias refinerías y la redirección de parte de los volúmenes de exportación al mercado interno. Las estaciones de servicio en la mayoría de los sujetos de la Federación Rusa están nuevamente abastecidas de combustible sin interrupciones. El gobierno espera atravesar el próximo invierno sin graves interrupciones, pero mantiene un régimen de alta disponibilidad: ante los primeros signos de una nueva escasez se tomarán medidas adicionales, incluso el regreso de las prohibiciones. A largo plazo, el sector enfrenta el desafío de la modernización: es necesario expandir la infraestructura de almacenamiento y entrega de combustible, implementar sistemas digitales de distribución de recursos y aumentar la profundidad de refinación del petróleo dentro del país. Estas cuestiones fueron debatidas activamente en el foro de octubre "Semana de la Energía Rusa 2025". Es evidente que, para la sostenibilidad a largo plazo del mercado de combustibles, no son suficientes las medidas de emergencia; se requiere una transformación integral e inversiones en el desarrollo anticipado del sector de refinación.
Proyecciones y perspectivas: optimismo cauteloso antes del inicio del invierno
La industria energética mundial se aproxima al final de 2025 en un contexto de adaptación activa a nuevas realidades. El enfrentamiento constante entre Rusia y los países occidentales ha cambiado radicalmente los flujos globales de recursos energéticos: Europa ha renunciado de facto al gas ruso y ha reducido drásticamente las importaciones de petróleo de Rusia, mientras que Rusia ha redirigido sus exportaciones hacia los mercados orientales y fortalece la cooperación energética con Asia. Al mismo tiempo, factores fundamentales están estableciendo una coyuntura relativamente favorable para los consumidores. La oferta de petróleo y gas cubre de manera segura la demanda, creando un margen de seguridad: los almacenes están llenos, la producción se mantiene en niveles altos, y la demanda crece lentamente. Gracias a esto, los precios de los recursos energéticos se han estabilizado en niveles moderados en comparación con los picos turbulentos de años anteriores.
El escenario moderadamente optimista para el invierno sugiere la ausencia de perturbaciones graves. Si los próximos meses transcurren sin fríos extremos y sin nuevas crisis geopolíticas, los mercados mundiales de petróleo y gas mantendrán el equilibrio: el mercado petrolero excedentario asegurará precios bajos, y las reservas récord de gas evitarán que los precios se disparen incluso con un aumento en el consumo. Para los inversores y participantes de la industria, esto significa un entorno más predecible, en el que es posible planificar actividades, aunque la rentabilidad del negocio es inferior a la de años de precios excepcionales. Sin embargo, los riesgos no desaparecen. Cualquier escalada del conflicto, las nuevas restricciones sancionadoras o incidentes técnicos pueden cambiar la situación rápidamente y devolver la volatilidad a los mercados. Además, la tendencia a largo plazo de la transición energética sigue en el centro de atención: a medida que aumenta la capacidad de energías renovables y se endurecen las políticas climáticas, la demanda de combustibles fósiles se desacelerará, y las empresas del sector energético deben prepararse para nuevos cambios estructurales.
En general, el sector de energía y combustibles entra en 2026 con un optimismo cauteloso. Las amenazas a corto plazo – desde crisis de combustible en algunos países hasta escasez de gas – han sido en gran medida controladas gracias a los esfuerzos coordinados de gobiernos y empresas. Al mismo tiempo, la industria se adapta activamente a nuevas rutas comerciales, busca puntos de crecimiento en condiciones de sanciones e invierte en desarrollo tecnológico. La estabilidad de los mercados energéticos dependerá de la capacidad de todos los participantes para mantener la flexibilidad y responder a los desafíos – ya sea un excedente de mercado o convulsiones políticas. Para los inversores, es importante equilibrar la búsqueda de beneficios en la coyuntura actual (bajos precios de recursos que estimulan la demanda) con pasos estratégicos anticipando los inevitables cambios futuros.