
Noticias del sector energético para el domingo 7 de diciembre de 2025: precios del petróleo y gas, decisiones de OPEP+, presión sancionadora sobre el sector energético ruso, situación del combustible en Rusia, papel de la UE, EE.UU., China e India, tendencias en el mercado del carbón, energías renovables (ER) y productos petroleros — un análisis para inversores y participantes del sector energético global.
Los eventos clave en el complejo energético global hasta el 7 de diciembre de 2025 destacan que los mercados mundiales continúan equilibrándose entre el exceso de recursos y los riesgos geopolíticos. Los precios del petróleo se mantienen en niveles mínimos de los últimos dos años: el petróleo Brent se cotiza entre 62 y 64 dólares por barril, mientras que el WTI estadounidense ronda los 59 dólares. Estos niveles son significativamente más bajos que los de mediados de año, ya que el mercado se ve presionado por un aumento de la oferta junto con una demanda relativamente estable y un optimismo cauteloso respecto al posible progreso en las negociaciones de paz sobre Ucrania. El mercado de gas europeo entra en invierno sin signos de escasez: los almacenes subterráneos de gas en la UE aún están llenos en aproximadamente un 75-80%, mientras que los precios mayoristas (hub TTF) se mantienen en torno a los 28-30 euros por MWh, una décima parte por debajo de los picos extremos de años anteriores. Suministros récord de GNL y un clima suave al inicio de la temporada aseguran estabilidad y precios de gas relativamente bajos.
Mientras tanto, la tensión geopolítica en torno a los mercados energéticos se mantiene. Los países occidentales no disminuyen la presión sancionadora sobre el sector de petróleo y gas ruso: la Unión Europea formaliza el rechazo total a las importaciones de gas ruso por gasoducto para 2027 y busca acelerar la reducción de las compras de petróleo de la Federación Rusa. Los esfuerzos diplomáticos para lograr un avance en la resolución del conflicto hasta ahora no han dado resultados significativos, aunque Estados Unidos y Ucrania realizaron consultas a principios de diciembre sobre un plan de paz. Los suministros de energía siguen estando amenazados por posibles incidentes militares, sin embargo, el mercado global logra compensar las interrupciones locales. Dentro de Rusia, las autoridades han prolongado las medidas de emergencia para estabilizar el mercado de combustibles tras la escasez de gasolina y diésel del otoño: la exportación de productos petroleros sigue estando estrictamente restringida para saturar el mercado interno. Al mismo tiempo, la energía mundial acelera la transición "verde": las inversiones en energías renovables alcanzan nuevos récords, mientras que las economías líderes anuncian planes ambiciosos para reducir la dependencia de los recursos fósiles.
Mercado petrolero: cotizaciones en mínimos de dos años por exceso de petróleo y expectativas de paz
- Oferta global: El mercado petrolero mundial sigue estando sobre saturado. Los países de OPEP+ y otros productores en conjunto están extrayendo más petróleo del que el mercado consume al nivel actual de demanda. Las reservas comerciales de crudo en las principales regiones se encuentran en un nivel alto, lo que intensifica la presión a la baja sobre las cotizaciones.
- Decisiones de OPEP+: El cártel y sus aliados muestran cautela. En la última reunión, los principales miembros de OPEP+ acordaron mantener las cuotas de producción para el primer trimestre de 2026 al nivel de diciembre de 2025, prolongando efectivamente las limitaciones actuales. Si es necesario, la coalición está preparada para ajustar rápidamente la producción: una reserva de capacidad de alrededor de 1.65 millones de barriles por día podría ser devuelta al mercado gradualmente, si las condiciones lo requieren.
- EE.UU. en máximos: La producción de petróleo en Estados Unidos se acerca a niveles récord. A pesar de la reducción en el número de plataformas activas, la eficiencia tecnológica permitió alcanzar nuevos máximos a mediados de 2025 (en los estados continentales, la producción superó los 11 millones de barriles por día). El alto nivel de producción en EE.UU. añade volúmenes significativos al mercado, compensando parte de los recortes de OPEP+.
- Interrupciones locales: Incidentes recientes solo han afectado brevemente las exportaciones. A principios de diciembre, drones ucranianos dañaron uno de los muelles KTK en el Mar Negro, a través del cual se exporta petróleo kazajo, pero los envíos se reanudaron rápidamente a través del terminal de reserva. Además, los principales terminales de petróleo en Libia se cerraron temporalmente del 5 al 6 de diciembre debido a una tormenta. Estos acontecimientos no provocaron un aumento de precios — el mercado puede absorber paradas a corto plazo, dado el equilibrio actual entre oferta y demanda.
- Puntos de referencia de precios: Brent se mantiene en un rango estrecho de 62-64 dólares por barril (más de un 20% por debajo de los niveles de principios del otoño). Los inversores esperan que a corto plazo las cotizaciones sigan siendo moderadas: no se percibe un aumento espectacular en la demanda, y un alivio de la política monetaria en EE.UU. solo apoya moderadamente los mercados de materias primas. Al mismo tiempo, cualquier nuevo shock geopolítico (una escalada del conflicto o interrupciones severas en la producción) podría ocasionar un aumento temporal de los precios.
Mercado del gas: Europa entra en invierno con reservas cómodas y precios bajos
- Alta ocupación de almacenamiento subterráneo: A principios de diciembre, los almacenes de gas europeos están llenos en aproximadamente ¾ (75-80%). Las reservas están disminuyendo gradualmente con la llegada de los fríos, pero siguen superando significativamente los niveles promedio para este período. La reserva de margen creada reduce drásticamente el riesgo de escasez de gas en pleno invierno.
- Importación récord de GNL: Los suministros de gas natural licuado a Europa se mantienen en niveles históricamente altos. La disminución de la demanda de GNL en Asia ha liberado volúmenes adicionales para el mercado europeo, compensando parcialmente la interrupción de las entregas por gasoducto procedentes de Rusia. EE.UU. ocupa un lugar destacado, aumentando la exportación de GNL y convirtiéndose en el principal proveedor externo de gas para la UE en medio de una creciente demanda.
- Diversificación de fuentes: Los países europeos están fortaleciendo su seguridad energética a través de proveedores alternativos. Se han incrementado las compras de gas procedente de Noruega, Argelia, Catar, Nigeria y otras regiones. La nueva infraestructura — desde terminales de GNL hasta interconectores internacionales — opera a plena carga, asegurando un flujo estable de combustible desde diversas partes del mundo.
- Precios bajos: Las cotizaciones mayoristas de gas en la UE están actualmente un orden de magnitud por debajo de los valores pico de 2022. El índice holandés TTF se mantiene por debajo de 30 euros por MWh (aproximadamente 330 dólares por mil metros cúbicos) y ha continuado su descenso suave durante la tercera semana consecutiva. A pesar del aumento estacional en el consumo y la reducción episódica de la producción de ER, el mercado sigue estando equilibrado gracias a la abundancia de oferta. Hasta el momento se han evitado nuevos picos de precios.
Mercado ruso: escasez de combustible y prolongación de restricciones de exportación
- Prohibición de exportación de gasolina: El gobierno ruso desde finales de agosto impuso una prohibición temporal total a la exportación de gasolina automotriz por parte de todos los productores y comerciantes (salvo por suministros mínimos en virtud de acuerdos intergubernamentales). Inicialmente, la medida estaba prevista hasta octubre, pero la crisis de combustible del otoño obligó a prorrogar su validez: la prohibición permanece efectivamente en vigor hasta finales de año para maximizar el abastecimiento del mercado interno de gasolina.
- Restricciones sobre diésel: Paralelamente, se ha prorrogado hasta finales de 2025 la prohibición de exportación de diésel para comerciantes independientes. A las empresas petroleras que poseen sus propias refinerías se les permite una exportación limitada de diésel para no detener el procesamiento debido al desbordamiento de los tanques. Estas acciones están destinadas a prevenir la repetición de la escasez de combustible en el mercado interno, que en otoño provocó un aumento de los precios mayoristas.
- Estabilización interna: Gracias a las medidas adoptadas, la situación en las gasolineras ha mejorado notablemente. Los precios de la gasolina y el diésel en el país se han alejado de los picos de septiembre y se han estabilizado bajo el control del gobierno. Se están considerando mecanismos de regulación a largo plazo — ajuste del amortiguador, créditos preferenciales para gasolineras independientes, cambio en la carga fiscal — para evitar nuevas interrupciones en el suministro en el futuro.
- Producción y redirección de exportaciones: La producción de petróleo rusa a finales de 2025 se mantiene cerca de 9.5 millones de barriles por día, cumpliendo con las cuotas de OPEP+. Al mismo tiempo, la exportación de petróleo se ha redirigido desde el vector europeo hacia el asiático: compradores de India, China y otros países de Asia están adquiriendo petróleo ruso con descuento respecto a los precios mundiales. En el sector del gas, la exportación de gas por tubería a Europa ha disminuido a mínimos, sin embargo, los suministros a China a través del gasoducto "Fuerza de Siberia" han alcanzado niveles sin precedentes, compensando en parte los mercados perdidos.
Sanciones y política: aumento de la presión occidental en medio de intentos de diálogo
- Restricciones a largo plazo de la UE: Bruselas consolida legalmente el rechazo a los recursos energéticos rusos. El 4 de diciembre, las instituciones de la Unión Europea acordaron un reglamento que estipula que la importación de gas ruso por gasoducto debe cesar completamente antes del 1 de noviembre de 2027. Al mismo tiempo, los países de la UE planean acelerar la reducción de las compras restantes de petróleo y productos petroleros rusos, a pesar de los posibles costos para sus refinadores de petróleo.
- Medidas del G7: El Grupo de los Siete y sus aliados mantienen sanciones estrictas contra el sector energético ruso. Se aplica un tope de precio para el petróleo ruso, así como un embargo sobre varios tipos de productos petroleros. Las restricciones financieras complican los cálculos y el seguro de transacciones con petróleo y gas rusos. Aunque algunos importadores asiáticos continúan aumentando sus compras a Rusia, el bloque occidental no envía señales sobre su disposición a suavizar el régimen sancionador, mientras el conflicto no se resuelva.
- Diplomacia y negociaciones: La semana pasada, EE.UU. y Ucrania llevaron a cabo varias rondas de consultas sobre la resolución pacífica, elaborando un marco para un posible acuerdo. Estos contactos generaron optimismo cauteloso sobre las condiciones para iniciar un proceso de paz. Sin embargo, Rusia no participa en estas negociaciones y los combates continúan sin una disminución notable en la intensidad. No hay fundamentos reales para el levantamiento de sanciones o la relajación del enfrentamiento geopolítico para el momento.
- Riesgos para los mercados: La situación sigue siendo tensa. Continúan los ataques a la infraestructura energética en el marco del conflicto: ataques a terminales petroleros, instalaciones de gas y redes eléctricas aumentan la incertidumbre. Cualquier escalada que afecte las rutas de exportación (por ejemplo, el tránsito de petróleo a través del Mar Negro o los suministros residuales de gas a través de Ucrania) podría desestabilizar los mercados. Sin embargo, por el momento, el sistema energético mundial muestra resistencia a los choques locales, y los participantes del mercado esperan evitar un enfrentamiento directo entre la OTAN y Rusia, que podría causar un shock energético global.
Asia: India y China fortalecen la seguridad energética
- Posición de India: Bajo la presión de Occidente, Nueva Delhi ha reducido temporalmente las compras de petróleo ruso a finales de otoño, sin embargo, India sigue siendo uno de los principales clientes de Moscú. Las refinerías indias procesan activamente el petróleo Urals disponible a precios preferenciales, satisfaciendo las necesidades internas de combustible. Las empresas indias exportan los volúmenes excedentes de productos petroleros, incluyendo a los mercados europeos, llevando de hecho barriles rusos a los consumidores finales tras su refinamiento.
- Estrategia de China: A pesar de la desaceleración de la economía, Pekín mantiene un papel clave en el mercado energético global. Los importadores chinos diversifican los canales de suministro: se han firmado nuevos contratos a largo plazo para la compra de GNL (con Catar, EE.UU., y otros), y se han incrementado los suministros de gas por tubería desde Rusia (los volúmenes a través de "Fuerza de Siberia" alcanzaron valores récord este otoño). Paralelamente, China está aumentando las reservas estratégicas de petróleo y estimulando el aumento de su propia producción, buscando reducir la dependencia de fuentes externas.
- Demanda creciente: Las economías en desarrollo de Asia continúan aumentando el consumo de recursos energéticos. En 2025, la demanda regional de petróleo y gas natural ha crecido, aunque su ritmo se ha desacelerado algo debido a los altos precios del año pasado y al crecimiento más moderado del PIB. India muestra un aumento sostenible en el uso de combustible (gasolina, diésel) a medida que se expande la flota de vehículos y la industria. China se centra en la gasificación y electrificación de la economía, manteniendo una alta demanda de gas natural y electricidad. El objetivo a largo plazo de ambos países es satisfacer el consumo energético sin comprometer las metas ecológicas, por lo que simultáneamente crece la capacidad de energías renovables.
Energías renovables: inversiones récord con el apoyo de los Estados
- Crecimiento récord: El año 2025 se ha convertido en otro año récord en cuanto a inversiones en fuentes de energía renovables. Según analistas, las inversiones globales en energía "verde" superaron el billón de dólares, superando las inversiones en combustibles fósiles. Las capacidades de ER están creciendo a un ritmo sin precedentes: en todo el mundo, se han añadido más de 300 GW de nuevas plantas solares y eólicas en el transcurso del año, superando las cifras del año anterior.
- Política climática: En la cumbre climática COP30, celebrada en noviembre en Brasil, la comunidad internacional reafirmó su compromiso con una transición energética acelerada. Los países acordaron努力 aumentar por tres veces la capacidad de ER para 2030 y establecieron un objetivo de financiación anual de iniciativas climáticas por un monto de 1.3 billones de dólares. Muchos Estados y empresas anunciaron nuevos objetivos para reducir emisiones y aumentar la participación de energía limpia, respaldando sus palabras con subsidios y estímulos fiscales.
- Nuevos proyectos: Se están llevando a cabo importantes proyectos de energía limpia en todas partes. En Europa, se han puesto en marcha nuevos parques eólicos marinos. En China e India se están construyendo enormes instalaciones solares, y en Oriente Medio, se están poniendo en marcha los primeros hubs de hidrógeno basados en energía solar y eólica. Continúa el auge de los sistemas de almacenamiento de energía: en muchos países se están instalando grandes complejos de baterías para suavizar la irregularidad de la generación de ER. A pesar de las dificultades económicas, los inversores mantienen un gran interés por el sector "verde", anticipando un rendimiento a largo plazo de proyectos bajos en carbono.
Sector del carbón: alta demanda sostiene el mercado, pero el pico ha pasado
- Demanda asiática: China, India y los países del Sudeste Asiático siguen siendo los mayores consumidores de carbón. En 2025, el consumo mundial de carbón se mantiene cerca de un máximo histórico gracias a estas regiones, donde el carbón sigue dominando en la generación eléctrica. Las economías en desarrollo no están apresurándose a renunciar al carbón barato, sobre todo en un contexto de creciente demanda de energía, utilizándolo para asegurar la carga base de sus sistemas energéticos.
- Signos de estancamiento: A pesar de los altos volúmenes de demanda, el crecimiento del mercado del carbón se está desacelerando. Los analistas destacan que el consumo global de carbón probablemente ha alcanzado un punto de estabilización y comenzará a disminuir en los próximos años a medida que se pongan en marcha nuevas capacidades de ER y plantas de gas. En varios países ya se está observando una reducción en la generación a partir de carbón: en EE.UU. y Europa, continúa el cierre de plantas de energía a carbón, mientras que en China se reducen los planes de construcción de nuevas minas y plantas de carbón en el marco de los objetivos de neutralidad en carbono anunciados.
- Precios: Los precios globales del carbón se han estabilizado después de un crecimiento explosivo en 2022. El índice base de carbón energético (ARA, Europa) se mantiene alrededor de 95-100 dólares por tonelada, significativamente por debajo de los picos del año anterior. En Asia, las cotizaciones también han disminuido debido a la mejora en la logística y al aumento de la oferta por parte de los principales exportadores (Australia, Indonesia, Rusia). En adelante, no se prevén aumentos significativos de precios, a menos que ocurra un invierno extremadamente frío o se presenten otras fuerza mayor.
- Presión de transición energética: La industria del carbón siente una creciente presión de las restricciones ecológicas. Los bancos y fondos internacionales están cada vez más reacios a financiar proyectos de carbón, y los inversores exigen a las empresas estrategias para reducir emisiones. Incluso los países que dependen en gran medida del carbón declaran planes para reducir gradualmente la proporción de la generación a partir de carbón para el 2030. Todo esto indica que el "pico del carbón" mundial está cerca o ya ha pasado, y que en la perspectiva a largo plazo, el papel del carbón se irá reduciendo gradualmente.
Productos petroleros y refinerías: aumento de la demanda de diésel, estancamiento de la gasolina
- Distilados en aumento: El consumo global de combustibles destilados — principalmente diésel y combustible de aviación — continúa aumentando. El transporte aéreo mundial se ha recuperado prácticamente a volúmenes previos a la crisis, estimulando un aumento en la demanda de queroseno. El diésel sigue siendo la base del transporte y la industria: la expansión de la logística, la agricultura y la construcción en los países en desarrollo sostiene una alta demanda de diésel. Las refinerías en muchas regiones incrementan su producción de fracciones de diésel para aprovechar la favorable coyuntura del mercado.
- Gasolina: El consumo de gasolina automotriz en los países desarrollados ha alcanzado su pico y ha comenzado a disminuir. La mejora en la eficiencia del combustible de los vehículos, el aumento en las ventas de coches híbridos y eléctricos, así como las restricciones ambientales en las ciudades, están reduciendo la demanda de gasolina en Europa y América del Norte. En las economías en desarrollo (Asia, África, América Latina), el uso de gasolina aún está en aumento junto con la automoción. A nivel global, el mercado de gasolina se encuentra en una etapa de estancamiento, lo que obliga a los refinadores a adaptarse a las nuevas realidades.
- Adaptación en la refinación: El sector de refinación se está adaptando a los cambios estructurales en la demanda. Nuevas refinerías de alta tecnología en Asia y Oriente Medio se enfocan en la producción de productos demandados — diésel, combustible de aviación, nafta para la petroquímica. Al mismo tiempo, en los países de la OCDE se continúa retirando de la circulación plantas antiguas que sufren de márgenes bajos y normativas ambientales más rigurosas. En 2025, el volumen global de refinación de petróleo ha aumentado ligeramente en comparación con el año anterior, pero las inversiones se concentran predominantemente en regiones con demanda creciente, mientras que en Europa y EE.UU. los capitales del sector se están trasladando hacia la producción de biocombustibles y petroquímica.
Empresas e inversiones: consolidación del sector y diversificación de proyectos
- Actores rusos: Las compañías energéticas de Rusia se están adaptando a las sanciones y apoyándose en recursos internos para su desarrollo. Gazprom Neft planea emitir bonos en rublos por un monto de hasta 20 mil millones de rublos con una tasa flotante vinculada a la tasa clave del Banco Central, para atraer financiación en un contexto de mercados de capitales exteriores cerrados. Rosneft está promoviendo el megaproyecto "Vostok Oil" en el Ártico, construyendo infraestructura para desarrollar enormes depósitos en la península de Taymyr; se espera que a finales de la década el proyecto permita incrementar significativamente la producción de petróleo.
- Estrategias de las majors: Los gigantes del petróleo y gas occidentales (ExxonMobil, Chevron, Shell, BP, entre otros) mantienen disciplina en los gastos ante precios bajos. Se enfocan en proyectos de máxima rentabilidad y limitan el crecimiento de gastos de capital, priorizando el valor para los accionistas — pagando dividendos estables y llevando a cabo recompra de acciones. La consolidación continúa: en EE.UU. se llevaron a cabo negocios importantes durante los últimos dos años (ExxonMobil adquirió a la empresa de esquisto Pioneer Natural Resources, Chevron a Hess), lo que fortaleció las posiciones y la base de recursos de las majors.
- Medio Oriente y nuevas direcciones: Las empresas estatales del Golfo Pérsico están invirtiendo activamente tanto en petróleo y gas tradicionales como en nuevos sectores. Saudi Aramco, ADNOC y QatarEnergy están ampliando la producción de petróleo y gas, construyendo refinerías y complejos petroquímicos, al mismo tiempo que financian proyectos en el ámbito del hidrógeno, captura de carbono y energía renovable. De esta manera, los exportadores de petróleo diversifican sus modelos de negocio, preparándose para la transición gradual de la economía global hacia fuentes bajas en carbono. En general, las inversiones globales en exploración y producción de petróleo y gas en 2025 mostraron un crecimiento moderado en comparación con los mínimos de los últimos años, lo que refleja un optimismo cauteloso en el sector en cuanto a la futura demanda de hidrocarburos.